Laudes y Vísperas
“Vísperas…, la oración de la tarde…
momentos en los cuales, el alma descansa…
Pasaron las penas, si las hubo, pasaron las alegrías…
Pasó el día, y con él, pasamos nosotros arrastrando la cruz unas veces,
y otras en las alas de la consolación…
Todo tiene su fin, lo mismo el padecer que el gozar.
Vísperas…, la oración del crepúsculo…
¡Qué emoción siente el alma,
al ver transcurrido un día más en el servicio del Señor!
Cuánto agradece nuestro corazón,
el sublime privilegio de haber podido pasar el día
cantando delante del Señor…”
-San Rafael Arnaiz